El casco antiguo de Morón de la Frontera está lleno de calles empedradas, casas blancas con balcones floridos y rincones llenos de encanto. Pasea por la Plaza del Ayuntamiento, visita la Iglesia de San Miguel y admira el contraste entre lo moderno y lo histórico que define esta localidad.

El Castillo Árabe de Morón es un testigo de la rica historia de la ciudad. Aunque en ruinas, ofrece unas vistas espectaculares del paisaje andaluz desde la cima de la colina. Este lugar te transportará al pasado mientras disfrutas de una panorámica única.

Morón es famoso por su conexión con el flamenco, especialmente el toque de guitarra. En la ciudad podrás encontrar peñas flamencas y eventos en los que disfrutar de este arte en su máxima expresión. Si tienes suerte, puede que coincidas con algún festival local.

Morón es conocido por su delicioso aceite de oliva y platos tradicionales como la sopa de tomate o los molletes con manteca colorá. No olvides visitar alguno de sus bares de tapas para probar estas delicias, acompañadas de un buen vino o una cerveza fría.

A las afueras de Morón se encuentra la Sierra de Esparteros, un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza. Sus rutas de senderismo ofrecen vistas impresionantes y la posibilidad de desconectar en un entorno natural. Es un plan ideal para quienes buscan tranquilidad y aire puro.

El Museo de la Cal de Morón es único en su tipo y cuenta la historia de la producción tradicional de cal, una actividad clave en la economía local. Es un lugar educativo e interesante que muestra la importancia de este material en la arquitectura andaluza.